China y Estados Unidos retoman el diálogo para aliviar las tensiones comerciales

China y Estados Unidos retoman el diálogo para aliviar las tensiones comerciales

El pasado martes el mundo volvió a poner sus ojos sobre el conflicto arancelario entre Estados Unidos y China. Esto, luego de un mes de la tregua pactada durante la reunión del G20 entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, ya que se dio inicio a las conversaciones en Shanghai para lograr un acuerdo a la guerra comercial.

Sin embargo, al inicio de esta reunión, el presidente Trump arremetió una vez más en contra de su par asiático a través de su cuenta de Twitter. "China lo está haciendo muy mal, es su peor año en 27 años", fue lo que escribió Trump, agregando que se suponía que China "empezaría ahora a comprar productos agrícolas estadounidenses, pero no hay signos de que vayan a hacerlo". El mandatario continuó disparando en contra de China y por la misma vía, sostuvo que si bien su equipo "esta negociando con ellos ahora, siempre cambian el trato a su propio beneficio a último minuto".

Todo esto se suma a lo que ya había dicho Trump el viernes sobre la probabilidad de que China deje en standby las negociaciones de un acuerdo comercial hasta después de las elecciones del próximo año, con la intención de negociar mejores condiciones con otro presidente de Estados Unidos. Y es que la hostilidad entre China y Estados Unidos nuevamente está aumentando.

Pero China no se quedó callada y también lanzó dardos hacia la Casa Blanca. Según Bloomberg, desde la Cancillería China aseguraron que la violencia en las protestas de Hong Kong fue una "creación de Estados Unidos", tras las declaraciones del secretario de estado, Mike Pompeo, el lunes, cuando dijo que esperaba que "los chinos hagan lo correcto" en esta materia.

Esto se suma a los comentarios del mismo ministerio la semana pasada, cuando emplazaron al gobierno de Estados Unidos y al de Reino Unido a eliminar su "mano negra" de las protestas, ya que desde Beijing postulan que estos hacen declaraciones instando a China a respetar los derechos de los manifestantes, lo que el Departamento de Estado de la administración Trump tildó de ridículo.