La Reserva Federal estudia una nueva baja en las tasas de interés

La Reserva Federal estudia una nueva baja en las tasas de interés

Un nuevo foco de atención tendrá que atender la Reserva Federal de Estados Unidos en su reunión de política monetaria de esta semana. El mercado anticipa que la Fed bajará su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto por segunda vez consecutiva, quedando en un rango de entre 2 y 2,25%. El recorte se explicaría principalmente por factores externos, como la guerra comercial entre EEUU y China y su impacto en el crecimiento mundial.

La junta de gobernadores de la Fed divulgó un paper este mes en el que intenta cuantificar la incertidumbre global y sus consecuencias. El texto concluye que la escalada de la guerra comercial en 2017 y 2018 podría arrastrar la inversión empresarial en entre 1 y 2 puntos porcentuales. El paper distingue entre aranceles y la preocupación por potenciales aranceles y, en este sentido, la caída en la inversión no se produce por los nuevos gravámenes, sino por las preocupaciones por ellos. Pero el banco central tendrá que sumar a su análisis el ataque del fin de semana a la infraestructura petrolera de Arabia Saudita, que dejó fuera del sistema a un 5% de la producción mundial.

Si bien desde la Casa Blanca se han producido las mayores críticas a la Fed hasta ahora, demandando un mayor estímulo para proteger a la economía, desde adentro y desde afuera de la Fed hay temores de que el banco central haya estado subestimando las consecuencias económicas de la incertidumbre comercial y geopolítica.

Al menos por esta semana, los analistas esperan que el banco central ignore los efectos directos del recorte de producción de petróleo, que elevó los precios de los combustibles en el inicio de la semana, pero tendrá que sopesar el efecto positivo en la demanda por petróleo estadounidense frente a los efectos negativos en la demanda global, especialmente si esto marca el inicio de un conflicto más amplio en Medio Oriente.

El presidente estadounidense Donald Trump ya declaró que está listo para responder si el ataque provino desde Irán, como argumentan desde la Casa Blanca, y no desde Yemen, desde donde se atribuyen la acción. Según expertos, un shock petrolero es lo último que la economía global necesita en este momento, ya que impone costos adicionales a los hogares y a las empresas en todo el mundo, en momentos en los que ya hay señales de desaceleración.