El Ingreso Mínimo Mensual se regula por primera vez en Chile en el año 1934, en respuesta a las demandas formuladas por los trabajadores del salitre, teniendo como principal fundamento constituir un piso mínimo, y de ese modo reducir las precarias condiciones en que prestaban sus servicios.
Si bien en un comienzo su regulación sólo se aplicaba a algunos sectores de trabajadores, paulatinamente con el tiempo su aplicación se fue extendiendo a diversos sectores, tales como empleados públicos (1937), trabajadores campesinos (1953) y obreros industriales (1953).
Así, se fue produciendo una distinción discriminatoria entre los años 1958 y 1973, lo que originó una diversidad de ingresos mínimos, distinguiéndose sólo en razón de la naturaleza de los servicios prestados.
A partir del año 1973, dicho esquema deja de existir, al establecerse un único ingreso mínimo nacional, que cubría a todos los trabajadores dependientes del país. Si bien dicho cambio constituyó un gran avance en materia de igualdad, éste se vio gravemente mermado por el régimen militar al restringirse las instancias de negociación y de diálogo de los distintos sectores sociales que convergían normalmente en su determinación.
Finalmente, a partir del año 1989, comenzó a existir un sueldo mínimo en Chile paralelo para los menores de 18 y mayores de 65 años de edad, con un monto inferior al mínimo, el que aún existe en la actualidad. A su vez, esta misma situación exist- ía para el caso de las trabajadoras de casa particular, lo que se igualó al mínimo nacional a partir del año 2011.