Gobierno de Argentina aplica nuevas medidas de control cambiario

La economía argentina se resiente tras triunfo del peronista Alberto Fernández

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, se vio en la necesidad de priorizar esta semana su rol de mandatario por encima de su condición de candidato a la reelección, y tomó medidas económicas severas.

Desde el lunes, y durante septiembre, las instituciones financieras de la capital trasandina mantendrán sus horarios de atención hasta las 5 de la tarde debido a la gran afluencia de personas que se espera. ¿La razón? el miedo que generó el anuncio del gobierno el domingo sobre la aplicación de un control de capitales... una medida que por años Macri criticó y que se vio forzado a aplicar para evitar la fuga de reservas y mantener controlado el tipo de cambio, que se traduce en control de la inflación y con ello el del aumento de la pobreza. El objetivo del presidente... enfocarse en sobrevivir hasta las elecciones del 27 de octubre y terminar su mandato el 10 de diciembre. Porque, para repetir en el cargo, solo le bastaría un milagro.

A dos días de los anuncios, y luego de un feriado en los mercados estadounidenses, el dólar permanece en las bandas fijadas entre los 55 y 58 pesos por divisa, en aparente estabilidad gracias a las ventas del Banco Central, pero en esta oportunidad no a través de subastas.

El desempeño no es igual para la bolsa de Buenos Aires. El índice Merval muestra un fuerte desarme de posiciones en medio de un reacomodo de carteras tras las recientes restricciones cambiarias. En tanto, el riesgo país se ubica por encima de los 2.520 puntos porcentuales y los bonos no logran salir del rojo. La crisis puede seguir trayendo malas noticias para el país. Con el control sobre el mercado cambiario que dispuso el gobierno hay riesgos de que Argentina pierda la categoría de Emergente que le otorgó la empresa MSCI. La revisión de la categoría de los índices es anual.

Sin embargo, en la City, no se descarta que pueda haber novedades en estos días, aunque también está en duda cuán negativo resulta un control de cambios más leve que el conocido durante el Kirchnerismo.